Cada día la vida nos demanda más exigencias. Es muy común
ver en las calles a las personas corriendo de un lado para otro, con la cabeza
gacha, sin expresión en sus rostros. Viajar en metro es todo un desafío, entre
empujones subimos y bajamos de los vagones. El calor nos sofoca, los bultos de
la señora del lado, el sudor del tipo que va delante de ti y que a toda costa
no quieres sentir, no ayudan mucho a tener un viaje placentero. Llegar al
trabajo y sentir que sólo cumples con tus obligaciones sin disfrutar lo que
haces. O a lo mejor tú si disfrutas tu trabajo, pero tu compañero lo detesta y
lo hace notar todos los días, produciendo una sensación de mala onda en la
oficina. Y para que decir lo que es manejar en calles atestadas de vehículos
con ruidos ensordecedores que sólo incrementa la frustración de no poder salir
luego de ahí.
Llega un punto donde lo único que quieres es salir volando
al lugar de tus sueños y desconectarte de tanto malestar porque sientes que
estás a punto de explotar. Es en ese momento cuando a veces las reacciones no
son apropiadas y perjudican no sólo a quien las realiza sino a quienes están a
su alrededor también. Es ahí cuando vemos como el hombre que va caminando con
su cabeza gacha tropieza sin querer y pasa a llevar al hijo de otra persona y
este último reacciona violentamente sin pedir explicación alguna. Es ahí cuando
te suben al vagón del metro y quedas apretado entre la multitud sin saber de dónde
afirmarte y la persona que está delante de ti te reclama por estar empujándola.
Es ahí cuando desearía decirle a tu compañero que se busque otro trabajo y que
no siga intoxicando al resto con su mala oda. Es ahí cuando te encuentras con
un inmenso taco y el tipo de al lado toca desenfrenadamente la bocina de su
auto, agravando aún más la situación sin preocuparle el accidente que hubo más
adelante.
Son en esos momentos cuando olvidamos que cada uno de
nosotros tiene su propio mundo, con sus bellezas y atrocidades. Antes de sobre
reaccionar deberíamos anticiparnos y ponernos en el lugar del otro porque no
sabemos cómo ese mundo afecta positiva o negativamente a la otra persona. Sería mucho más placentero si intentáramos sonreír
más, ser amable, entregar más cariño y comprensión.
Porque al fin y al cabo, eso nos hace vivir en un mundo más
acogedor, porque al final eso es lo que deberíamos transmitir a nuestros hijos.
¿No será eso parte esencial en la formación de la persona y así como dice
Cantinflas “como tratas a las personas es lo que define tu educación”?
¿Qué opinas?
Karolina Sánchez
Lo verdadero es que ese es el mundo que estamos dejando le a nuestros hijos... Es más facil manifestar el.mal estar que sonreirle al de al lado.. O agradecer un gesto amable... Se noos dificulta comunicarnos.. No somos capasces de mirarnos cuando caminamos en la calle. Estamos preocupados de nuestro mundo.. En vez de ocuparnos y ser!!! Ser persona.. Ser humano para otros. Y para nosotros mismos.
ResponderBorrarSi fuera parte de la aducacion de una persona no nos dariamos ni cuenta ni nos costaria pensar en la otra persona ya que seria patte de nosotros, deberiamos cambiar la forma de pensar tan individual si ya tu no puedes cambiar hace al que viene de tras de ti mucho mejor. Muy ciertas sus palabras.
ResponderBorrarA mi parecer, la educación es importante para eso para que tengamos buenos valores cómo el respeto al otro, al entorno y a lo que nos rodea. Hay personas que salen de sus casas con la mala onda y todos los que se topan con esa persona la pasan mal, al final se vuelve una cadena interminable. Lo importante es no dejarse llevar por el día malo, ya que el resto no tiene la culpa.
ResponderBorrarSaludos profe que tenga un buen día. 😄
Creo que la primera escuela es nuestra casa por lo tanto es donde aprendemos valores y principalmente la educación que nos entregan nuestros padres, la frase mencionada me hace más sentido con la educación, pero si hablamos de "estrés" o de algún problema que tengamos con una persona "X", lo mas lógico es que nos alteramos y le responderemos mal a esa persona pero ya será por algo puntual no por falta de educación....
ResponderBorrarLa educación es parte importante dentro de nuestra formación como personas, lamentablemente la Educación no nos enseña como tratar a los demás, como reaccionar ante situaciones de la vida cotidiana relacionadas con el trabajo o las relaciones interpersonales, la educación en valores debería ser la que nos diferencie de otros, la formación inicial de nuestra familias como agente fundamental debe dar esos cimientos en los cuales nos debemos aferrar sobre todo en esta generación en la que sobreabunda la histeria colectiva por llegar rápido al lugar de trabajo, colegio, universidad, Se ha perdido el trabajo en equipo, la capacidad de tolerancia de varias personas llega a un limite en la cual se hace inmanejable, por decir algo. creo que es importante estar consciente de que no vivimos solos, sonreír mas, comprender mas, esa debería ser la misión de la educación.
ResponderBorrarMuchas gracias por sus conmentarios. Tenemos que poner nuestros esfuerzos en tratar de llevar una vida tranquila en un mundo que cada día lucha con más fuerza para volvernos "locos".
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