miércoles, 15 de julio de 2015

Memorice: Aprender jugando


¿A quién no le gusta jugar? ¡¡¡¡¡A nadie!!!!!

El otro día se me acercó una estudiante en la universidad donde trabajo y me manifestó su preocupación por no poder aprenderse las rutinas diarias en inglés. Ella me decía que le costaba mucho memorizar las palabras. Fue ahí cuando le pregunte ¿Has jugado al Memorice? Y ella me dijo "Sí. Cuando era niña. Era entretenido". Entonces le dije que se fabricara su propio memorice. Que hiciera tarjetas en pares y que en una de ella pegara un dibujo de una rutina y en la otra escribiera el nombre en inglés. A ella le pareció una excelente idea y lo hizo con excelentes resultados.
A la clase siguiente, ella me comentó que no sólo ella se había aprendido las rutinas en inglés, sino que su hijo y papás también porque habían jugado en familia. Ya se imaginaran como me sentí. ¡Feliz!.

Los juegos son una herramienta muy útil al momento de estudiar. Ayudan a adquirir los contenidos de una forma entretenida. Los juegos no son una cosa sólo de niños. A todos nos juga jugar. A mis estudiantes universitarios les fascina jugar a la mímica, bachillerato, bingo, memorice, carreras, etc.


El memorice es un juego de mesa portátil que se puede utilizar en distintas ocasiones. Lo pueden fabricar los mismos estudiantes, padres o profesores.

Les dejo unos pasos básicos para crear un memorice.

1. Elije un tema que deseas trabajar. Ejemplo: "Daily Routines" (Rutinas diarias).

2. Corta tarjetas del tamaño que desees en un papel similar a la cartulina.

3. Forma pares con las tarjetas. Como en este caso estamos trabajando las rutinas diarias en inglés. En una de ellas vamos a dibujar o pegar un dibujo y en la otra vamos a escribir la rutina en inglés. Como lo muestra el dibujo.



4. Si gustas puedes plastificar las tarjetas para que te duren más (un dato práctico y económico es plastificarlas con cinta adhesiva).

5. Ya están listas, ahora sólo les queda jugar.


  
A continuación les dejo ejemplos de tarjetas para distintas asignaturas.

Un abrazo gigante,


Karolina Sánchez E. 





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