El acoso escolar o “bullying” es algo que se vive a diario en
muchos establecimientos escolares de nuestro país y en el mundo. Conversar
sobre el tema es fundamental para evitar que nuestros hijos lleguen a involucrarse,
ya sea como el niño abusador o el abusado.
Para hacerlo más ilustrativo, contestaremos algunas preguntas.
¿Qué
es el acoso escolar?
De acuerdo a la ley de Convivencia Escolar, éste se define como: todo
acto de agresión u hostigamiento reiterado, realizado por estudiantes que
atenten en contra de otro estudiante, valiéndose de una situación de
superioridad o de indefensión de la víctima, que le provoque maltrato,
humillación o temor fundado de verse expuesta a un mal de carácter grave. Estos
actos agresivos pueden ser cometidos por un solo estudiante o por un grupo, y
puede ser tanto dentro como fuera del establecimiento educacional.
¿Cuáles son las principales agresiones que ejercen o sufren los estudiantes?
El acoso escolar se manifiesta a través de
agresiones, algunas de ellas pueden parecer inocentes travesuras, pero pueden
llegar a ser muy perjudiciales para quienes las sufren. Las agresiones
dependerán de diversos factores, entre los que se encuentran la edad y género
de los estudiantes, el entorno físico y social donde se ejerce la agresión, la
cantidad de participantes en la agresión y otros de menor significancia.
De acuerdo al Ministerio de Educación, las agresiones más frecuentes son de tipo
psicológico en el caso de las niñas: ignorar, insultar, burlarse, descalificar,
y generar rumores mal intencionados. En el caso de los niños, las agresiones
son generalmente físicas: puntapiés, zancadillas o golpes.
¿Cómo identificar si mi hijo(a) está sufriendo acoso escolar?
Detectar que nuestros hijos están sufriendo
acoso escolar no es fácil. Muchas veces somos los últimos en enterarnos. Es por
esto que los especialistas aconsejan tener una relación cercana con nuestros
hijos basada en la confianza y comunicación.
Los especialistas dicen que los niños que
sufren de acoso escolar manifiestan síntomas que nos dan pistas de que algo
puede estar sucediendo. Algunos de estos son:
a) Tienen miedo de ir a
la escuela o no quieren ir a ella sin explicación.
b) Pierden a sus amigos
repentinamente. Frecuentemente, el estudiante abusado se comienza a aislar de
sus amigos. Comienza a quedar solo.
c) Pueden presentar problemas
al comer o manifestar falta de apetito.
d) Pierden sus cosas y
no tienen justificación para ello.
e) Llegan del colegio
con sus uniformes o útiles escolares rotos.
f) Puede ser que
comiencen a pedir dinero para llevar al colegio siendo que antes nunca lo
hacían, o bien comienzan a pedir dinero extra.
g) Pueden romper a
llorar sin explicación o lloran con mayor frecuencia.
h) Pueden presentar problemas
al dormir. Sus hábitos pueden cambiar, les puede costar dormir, o se despiertan
seguido durante la noche, tal vez ya no quieran dormir solos y pueden sufrir
pesadillas.
i)
Manifiestan dolor de cabeza o de estómago muy seguido.
Si tu hijo(a) tiene alguno de estos síntomas
no necesariamente significa que esté sufriendo acoso escolar, pero debes estar
atento. Más aún si son varios y se mantienen en el tiempo. Conversa con tu hijo(a),
averigua, infórmate.
¿Qué hago si mi hijo(a) sufre de acoso escolar?
Las acciones que puedes realizar en
protección de tu hijo(a) son muy diversas. Lo más importante es no inducir la
violencia. Enséñale a tu hijo(a) a defenderse con palabras. Enséñales a pedir
ayuda, a ti, a sus profesores, a personas mayores cercanas. No enfrentes a tu hijo(a)
con él o los abusadores. Tampoco te enfrentes a sus padres. Un buen consejo es
acercarse a los padres de los niños que maltratan a tu hijo(a) sin ser agresivo.
Lo ideal es que sientan una buena disposición a conversar, que les permita ver
que el problema es de ambos y que necesitan ponerse de acuerdo para buscar una
solución a la situación. Recuerda que a veces los papás de niños abusadores se
crean una coraza protectora debido a que frecuentemente están recibiendo quejas
y frecuentemente no reaccionan muy bien. También puedes consultar o denunciar al Ministerio
de Educación a través del teléfono: 600 600 26 26. Finalmente, cuando los
abusadores ejercen actos constitutivos
de delitos como lesiones y/o amenazas en contra de tu hijo(a) puedes recurrir a
la PDI, fiscalías o tribunales de la familia.
El acoso escolar puede llegar a ser muy dañino, ya que afecta la
autoestima de la persona. Gianluca Gini, psicólogo de la
Universidad de Padua, una de las más importantes de Italia, reveló en su investigación que es importante reconocer la relación
que guarda bullying y autoestima: “habla
de las consecuencias del bullying en el largo plazo. La consecuencia más grave
es el suicidio, aunque todas síntomas afectan negativamente en mayor o
menor medida la calidad de vida de muchos niños durante muchos años".
Debemos estar siempre atentos a lo que le ocurre a nuestros hijos(as) y estudiantes. De nosotros también depende que ellos se traten con respeto y amor. Les dejo un bello video que nos demuestra que sí se puede combatir el acoso escolar.
¡Por un futuro sin Acoso
Escolar!
Karolina Sánchez E.
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